Las condiciones ambientales pueden resultar nocivas tanto
para la salud física como para la salud psíquica en función de una serie de
perturbaciones, algunas de las cuales son de una gran agresividad, como son las
derivadas de la presencia en el medio ambiente de trabajo de agentes químicos,
físicos o biológicos que pueden entrar en contacto con las personas que
trabajan y afectar negativamente a la
salud de las mismas; estas condiciones
son las que se conocen como riesgo higiénico.
Hay condiciones de trabajo cuya presencia puede provocar
sensaciones negativas que también han de ser consideradas y, en la medida de lo
posible, corregidas. En este apartado cabe citar, por ejemplo, el aspecto
general que tenga el centro de trabajo, la distancia que exista desde el
domicilio del trabajador hasta el centro de trabajo, el entorno donde esté
ubicado el centro de trabajo, los problemas personales ajenos al trabajo que
pueda tener el trabajador, la ubicación geográfica que tenga la empresa e
incluso la valoración social de la empresa.
Si estas condiciones son desfavorables para los trabajadores, los trabajadores pueden sentir malestar que les incite al menos a intentar cambiar de empresa